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Las vacunas y la COVID-19: Lo que los padres deben saber

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El brote de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) ha traído consigo el miedo y la incertidumbre. Muchos padres se preguntan cuándo habrá una vacuna contra la COVID-19 y cómo aplicar las vacunas rutinarias durante la pandemia. Aquí estamos para daros la respuesta a vuestras preguntas más frecuentes.

¿Cuándo estará disponible la vacuna contra la enfermedad por coronavirus (COVID-19)?

Hasta el momento , no existen vacunas ni tratamientos específicos para la COVID-19. Científicos de todo el mundo están trabajando intensamente para desarrollar una vacuna contra la enfermedad. De hecho, se están elaborando de forma simultánea muchas vacunas diferentes, dos de ellas en fase avanzada. Para crearlas se están utilizando enfoques innovadores basados parcialmente en los resultados obtenidos con el virus del ébola y el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS). Si tiene éxito, este proceso de creación y validación de vacunas será el más rápido de la historia.

Los investigadores también están buscando medicamentos que frenen la propagación del virus en el cuerpo y reduzcan los serios problemas respiratorios que pueden causar en pacientes enfermos. Pero incluso contando con los métodos más rápidos, cuando se trata de aplicarlos a los seres humanos para combatir una nueva enfermedad, los medicamentos deben someterse a pruebas que garanticen su seguridad y su eficacia.

>>Ver cómo lavarse las manos y consejos de limpieza para protegerse contra la COVID-19.

¿Debo mantener durante la pandemia de la COVID-19 la rutina de vacunación de mi hijo?

Aunque la COVID-19 esté alterando nuestras vidas diarias, la respuesta es sí. Procura seguir la rutina de vacunación de tu hijo o hija en los servicios sanitarios que haya disponibles. Es importante que los niños y los bebés mantengan al día sus vacunas porque les protegen de las enfermedades graves. Eso significa que cuando tus hijos puedan volver a interactuar con otros niños, unos y otros estarán asimismo protegidos de otras enfermedades.

Si no tienes la certeza de que tu centro de vacunación esté funcionando como de costumbre, consulta a tu médico. Puesto que la situación de la COVID-19 varía cada día, puede que los profesionales sanitarios modifiquen el modo de atender a sus pacientes a medida que cambia la situación. En caso de que el centro de salud no pueda poner las vacunas a tu hijo en la fecha prevista, anótalo para acordarte y vuelve a intentarlo tan pronto como los servicios se reanuden.

 

¿Qué se puede aprender del brote de la Covid-19? ¿Qué nos puede enseñar en relación a otras enfermedades y a la decisión de vacunarnos?

Este brote nos recuerda lo valiosas que son las vacunas. Nos demuestra que cuando se dispone de vacunas para una enfermedad, debemos mantener al día el esquema de vacunación de nuestros hijos y el nuestro propio. Sin la protección de las vacunas, las enfermedades se pueden propagar rápidamente y con terrible consecuencias. Por ejemplo, el sarampión y otras afecciones siguen siendo un riesgo constante. Somos afortunados de contar con la protección de vacunas contra estas enfermedades.

¿Cómo actúan las vacunas?

Las vacunas ayudan a educar a nuestro sistema inmunológico para que luche contra las infecciones. Para ello se introduce en el cuerpo la forma inactivada de un germen, sea una bacteria o un virus. Al estar inactivado, el germen no puede enfermarnos. Por el contrario, activa el sistema inmune de nuestro organismo y produce las defensas llamadas anticuerpos. En adelante, si en alguna ocasión vuelves a coger el virus, tu sistema inmunológico ya sabrá cómo combatirlo

¿Dónde puedo encontrar la guía de vacunas más reciente?

Contacta con tu médico, consulta las páginas web de las autoridades nacionales y locales y sigue la orientación que ofrecen a OMS y UNICEF.

¿Cómo puedo protegerme, y proteger a los demás, de la COVID-19?

Estas son algunas de las precauciones que tú y tú familia pueden tomar y que ayudarán a evitar la infección:

  • Lávate con frecuencia las manos con agua y jabón o con un desinfectante de manos a base de alcohol.
  • Evita tocarte la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca.
  • Si estornudas o toses, cúbrete la boca y la nariz con el antebrazo o con un pañuelo desechable. Tíralo inmediatamente después de usarlo.
  • Evita los lugares concurridos y el contacto directo con la gente. Mantente a una distancia segura de cualquier persona con síntomas de resfriado o gripe.
  • Evita estrechar la mano, abrazar o besar a la gente. Evita compartir alimentos, cubiertos, tazas y toallas.
  • Limpia y desinfecta las superficies que se tocan con más frecuencia, así como los teléfonos, pomos de las puertas, interruptores de la luz, mandos a distancia y encimeras.
  • Quédate en casa si no te sientes bien, incluso si tienes algo de fiebre y toses.
  • Lleva mascarilla si toses, estornudas o si estás cuidando a alguien de quien se sospecha que tiene la COVID-19. Los trabajadores sanitarios deben usar mascarillas médicas.

Tengo un recién nacido o un niño menor de año. ¿Cómo puedo protegerlo de la COVID-19?

Además de todos los consejos ofrecidos sobre lavarse las manos, guardar la distancia física y mantener las medidas de higiene, los padres y las madres tienen que extremar sus cuidados para proteger a los menores de la infección. A ser posible, las madres deberían amamantar a su bebé. Hasta ahora, ninguna investigación ha demostrado que la leche materna pueda transmitir el virus, pero en caso de que una madre dé el pecho a su bebé tendrá que seguir las habituales medidas de higiene y protección respiratoria, no solo mientras lo amamanta sino en todo momento, para evitar la transmisión por vía respiratoria. Si dispone de ellas, utilice toallitas antibacterianas para limpiar una vez al día las encimeras y la superficie del cambiador de pañales.

Procure que sus hijos tengan siempre los mismos cuidadores para reducir el número de personas que entren en contacto con ellos. A estos cuidadores hay que inculcarles que se laven las manos con regularidad, eviten compartir todo aquello que entre en contacto con la boca (una taza, por ejemplo), y no se acerquen a ellos si se sienten enfermos.

 

¿Qué debería hacer si mi niña muestra síntomas de la COVID-19? ¿Corre algún riesgo si la llevo al médico?

Si a tu niña o a tu niño le duele la garganta, tose o tiene fiebre, llama a tu médico para que te aconseje qué hacer antes de llevarlos al centro de salud. Puede que la clínica haya adoptado algún régimen especial para reducir la propagación de la infección a otras personas. Si tienen síntomas más graves, como dificultad para respirar, o se muestran excepcionalmente cansados, llama al teléfono de emergencia o llévalos al servicio de urgencias más cercano.

Los síntomas de la mayoría de los niños con la COVID-19 suelen ser suaves, o incluso no tienen ninguno. Pero es importante proteger a las personas más mayores y a las más vulnerables a contraer infecciones graves. De manera que debes mantener a tus hijos en casa si crees que han estado expuestos a la COVID-19 o que tienen el virus, pero asegúrate de llamar a su pediatra o a un trabajador social para que te aconseje qué hacer.

Al igual que con otras infecciones respiratorias, como la gripe, busca atención médica cuanto antes en caso de que tú o tu niño tenga algún síntoma. Trata de evitar ir a espacios públicos (lugares de trabajo, escuelas, o transportes públicos), y no estés directamente en contacto con personas de edad avanzada o con familiares inmunocomprometidos. Si la familia también incluye una persona de edad avanzada, es recomendable separar las diferentes generaciones dentro de la casa.

Fuente:https://www.unicef.org/es/coronavirus/covid-19